miércoles, 15 de julio de 2009

Algo bueno para leer



“Elegí este traje porque sabía que cruzaría la línea -- para que nada me relacionara con Bruce o Dick. Elegí este traje porque ya estaba “manchado”… y no venía aquí a jugar.”
Tim Drake




Dentro de las múltiples porquerías que se editan semana a semana en los Estados Unidos con el único fin de llenar estanterías de comiquerias, quiero destacar un título que en principio pintaba mal: Red Robin. Toda la movida desatada por Batman Rip carece de gracia para el lector memorioso. no es más que un maquillaje -que mejora- una trama conocida. Bruce Wayne ya no es Batman y Dick Grayson toma el traje de su mentor. Ya había sucedido hace más de una década atrás en Knightfall y vuelve a suceder ahora con la pluma mas experta de Grant Morrison y la pluma hábil de Tony Daniel. El resultado tuvo sus altibajos y sumó má confusión cuando se múltiplico la muerte del héroe en las páginas de Final Crisis. Para colmo todos, absolutamente todos, sabemos que tarde o temprano (seguramente cerca del estreno de su próxima peli) volverá todo a la normalidad. Algo que le quita gracia a la propuesta.
Sin embargo de todo ese berejenal argumental surgió una renovación en los títulos satelites de el murciélago. Destacandose este protagonizado por Tim Drake, ahora Wayne, el tercer Robin de la historia.
Aquí toma el manto de Red Robin (que en la futurista "Kingdom Come" era Dick y luego paso por las manos de Jason Todd y Ulisees Armstrong) para emprender una cruzada en busca de Bruce Wayne al que cree vivo (como todos los lectores). Esto lo lleva a recorrer el mundo en busca de pistas vagas (más bien pálpitos que lo ayuden en su misión). El pibe esta sacado y su nuevo traje lo ayuda a desquitarse con saña de quienes tienen la mala suerte de cruzarse en su camino.
En definitiva, la serie le permite a los autores Chris Yost y Ramón Bachs jugar con los iconos de Batman pero llevarlo a extremos no explotados en forma regular por la franquicia. La violencia extrema, los escenarios europeos, la locura y una sensasión de Road Movie que entretiene.
No es una joya a nivel "Año uno", pero al menos te cuenta una historia interesante sin la necesidad de que tengas que hacer un curso universitario de tres años para entender lo que esta pasando.


Bien por Red Robin. Ya estoy esperando el número 3.

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